Ana hands on the heart

¡Hola! Soy Ana,

experta en ansiedad y la comunicación empática. Te ayudo a sentirte bien en tu día a día.

imagen blog cambios cerebro mindfulness

 

3 cambios del cerebro cuando practicas mindfulness

¿Sabías que el mindfulness te puede cambiar el cerebro? Cada vez existen más investigaciones que nos confirman que el cerebro, el centro de mandos, se ve alterado por el mindfulness.

Si te mostrabas reacio hacia el mindfulness o no has sido capaz de mantener una práctica continuada, sigue leyendo. Seguro que después de saber de qué manera el mindfulness afecta a tu cabecita te animas a practicarlo o, a unas buenas, te refuerza la práctica que ya tengas establecida.

La plasticidad del cerebro

Cuando yo era pequeña se pensaba que el cerebro era un órgano fijo, es decir, que se mantenía igual durante toda su vida, que nos moríamos con el mismo número de neuronas con el habíamos nacido.

Hoy en día sabemos que esto no es así, que nuestro cerebro es plástico y que podemos crear nuevas conexiones neuronales a lo largo de nuestra vida.

Lo que es realmente interesante es cómo practicar la atención plena te puede modificar el cerebro. A pesar de que mucha gente cree que el mindfulness no es nada más que sentarse en silencio a “no hacer nada”, eso no es cierto. Si alguna vez practicaste la atención plena, sabrás que nos sentamos en silencio de una forma muy particular: observando nuestra experiencia en cada momento.

Los pasos a seguir cuando meditas son muy simples: cada vez que te pierdes en tus pensamientos, y te das cuenta, vuelves a redirigir tu atención. Ya sea a la respiración, los sonidos, los pensamientos o cualquier otro objeto con el que quieras practicar. Muchos de mis estudiantes se frustran cuando se distraen porque precisamente creen que “están distraídos”, que tener un pensamiento es algo intrusivo y que no desean. Pero precisamente es el acto de observar y volver a redirigir la atención lo que te puede contribuir a cambiar algo en el cerebro.

¿Pero qué puede cambiar exactamente en nuestro cerebro cuando hacemos mindfulness?

1. El mindfulness reduce la amígdala (=tener menos miedo).

imagen blog mindfulness reduce miedo

El mindfulness reduce la amígdala y te ayuda a regular el miedo. La amígdala es esa parte del cerebro encargada de decirle a tu “yo de las cavernas” que si percibes una situación de peligro deberías “luchar, huir o congelarte”. En el 2013 Taren y sus colegas estudiaron y compararon el impacto de la meditación en el cerebro de 155 adultos.

Según su investigación, descubrieron que la materia gris de la amígdala disminuyó de tamaño entre los adultos que practican mindfulness, o que ésta era más pequeña que entre aquellos que no practicaban. Este descubrimiento apoya el hecho de que cursos de mindfulness como el MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) lleven años utilizándose tanto en el ámbito médico como fuera de él para aliviar y reducir el estrés.

2. El mindfulness afecta a la corteza prefrontal (=sentir menos dolor)

imagen blog mindfulness reduce el dolor

Según han estudiado Zeidan y sus colegas (2012) utilizando unas técnicas de neuroimágenes, han descubierto que las personas que meditan regularmente notan menos dolor que aquellas que no tienen el hábito de meditar incorporado en su vida.  Por eso cada vez existen más terapias que incorporan técnicas de mindfulness para personas con dolor crónico.

3. El mindfulness modifica la corteza del cíngulo anterior (=autorregular tus impulsos).

imagen blog mindfulness te ayuda controlar impulsos

La corteza del cíngulo anterior (CCA) es una parte del cerebro que se encarga de ayudarte a autorregular tus impulsos. El CCA es una zona del cerebro situada atrás – muy atrás – de la frente. Además de autorregular los impulsos, la CCA también contribuye a la habilidad de redirigir la atención. Según este artículo publicado en el Harvard Business Review en el 2015, cuando comparamos el cerebro de alguien que medita regularmente con alguien que no, se ha observado más actividad en la CCA de los meditadores.

¿En qué se traduce esto? Pues que para la gente que practica la atención plena lo de “pensar antes de decir o hacer algo de lo que te puedas arrepentir” les cuesta menos que a las personas que no suelen hacer mindfulness.

Conclusión

Cada vez existen más investigaciones que confirman que la meditación mindfulness te puede cambiar el cerebro. En este artículo te he traído 3 ejemplos de investigaciones que apoyan que la atención plena te puede ayudar a regular el miedo, a manejar tus impulsos y las sensaciones de dolor.

A mí me parece fascinante que tan “solo” sentándose y redirigiendo la atención una y otra vez (a veces incluso mil veces) a la respiración, al cuerpo u otro objeto estoy no solo contribuyendo a mi bienestar emocional si no que puedo estar generando nuevas conexiones neuronales. Parece de ciencia ficción, pero no lo es.

Aun así, cabe destacar que muchos de estos estudios se consideran pioneros, es decir, la investigación del mindfulness está aún dando sus primeros pasitos. El mindfulness NO es para todo el mundo y está contraindicado para personas con enfermedades mentales severas.

¿Y tú? ¿Has notado algún cambio tras hacer mindfulness? Me lo puedes hacer saber abajo en los comentarios.

¿Te gustaría vivir con menos estrés y ansiedad?

woman_laughing_arms_up

¡Échale un vistazo a mi mini curso gratuito!

Aprende a navegar el estrés y la ansiedad con un toque de humor en 5 días.

También te gustará leer…

2 Comentarios

  1. Tania

    Super interesante! Sin duda tenemos aval científico sobre los beneficios del Mindfulness, ahora queda ponerse manos a la obra!
    Gracias Ana!

    Responder
    • Yogana

      Gracias por tu comentario, Tania. Pues sí, a mí también me parece increíble que algo tan «sencillo» pueda aportarnos tantos beneficios. ¡Un abrazo!

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *